Hace exactamente 4 meses atrás, era el día más bello de mi existencia...
Qué pena que las cosas buenas se evaporen tan rápido. Este amor, que era lo mejor que me había sucedido, duró menos de 3 meses... poquísimo. Lo que en aquellos días era una perfecta realidad, ahora no es más que tiempo fallecido que yace en el recuerdo. Un sueño hermoso del que ya desperté. Un cuento de hadas cuyo final ya fue escrito... un final no feliz, lamentablemente. Y pensar que yo fui tuya, y que tú fuiste mío. Pensar que yo te entregué todo lo que tengo, todo lo que soy, y que tú me quitaste lo tuyo. Pensar que yo daría la vida por ti, y que tú darías lo que fuera por no volver a saber de mí.
Recuerdo aquel mágico día de primavera. Recuerdo tu vestimenta y la mía. Recuerdo la película que juntos vimos. Recuerdo nuestros tímidos besos en la mejilla al principio, y posteriormente, los besos puramente de labios. Recuerdo lo que mi cuerpo y alma experimentaron al sentir tu húmeda y cálida boca junto a la mía por vez primera. Recuerdo tus manos lentamente recorriendo mi anatomía, y las mías recorriendo la tuya, ansiosas. Recuerdo el peso de tu cuerpo aprisionándome, tus movimientos sinuosos y tu respiración agitada. Recuerdo tu mirada penetrante, ardiente, sedienta y deseosa de más. Recuerdo que, sin decírtelo verbalmente, te miré a los ojos y dije "Quiero que esto dure para siempre", y sellé mi deseo con un beso desesperado. Recuerdo nuestros encuentros a escondidas de mis padres. Recuerdo la reacción de éstos aquella noche en que les contamos todo. Recuerdo la primera vez que te vi bailar pascuense (y recuerdo que me derretí... ja ja ja). Recuerdo nuestro primer problema causado por un simple malentendido, y que estuvimos a punto de terminar de no ser por los consejos de tu madre y la mía. Recuerdo cuando te fuiste a Argentina y nos despedimos afuera del bus. Recuerdo nuestro bellísimo Día de San Valentín en Los Ángeles. Recuerdo las sutiles tardes, recostados en el pasto de la plaza, contemplando el firmamento, abrazada a tu pecho y de vez en cuando, mirando a tus dulces ojos. Aquella sensación de calma, de pureza, de estabilidad, de paz, de eternidad... hoy nuestro amor no es más que una utopía. Pero aunque el destino te haya arrancado de mis brazos, en mi mente siempre estarás presente. Es que el primer amor no se olvida jamás. Tal como dice una cancioncilla por ahí: "...Y es que empiezo a pensar que el amor verdadero es tan sólo el primero. Y es que empiezo a sospechar que los demás son sólo para olvidar... ". Sin embargo, creo que no te olvidaré. No, nunca lo haré.
Te amo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario